
¿Alguna vez te has preguntado si invertir en startups es solo para millonarios? Mucha gente piensa que entrar en el mundo de las startups significa tener que soltar miles y miles de euros, pero la verdad es que hoy en día no es tan complicado como parece. Lo importante no es tanto la cantidad exacta de dinero, sino saber cómo funciona este tipo de inversión, cuál es el riesgo real que asumes y si de verdad puedes permitirte entrar en este juego.
En este artículo te voy a contar cuánto dinero necesitas para invertir en startups, cómo funcionan las plataformas que permiten participar con poco capital y cuáles son las claves para no perderlo todo en el intento. Y ojo, porque esto no es como meter dinero en una cuenta de ahorro: aquí hablamos de proyectos que pueden despegar y hacerte ganar mucho… o que pueden fracasar y dejarte sin un duro.
¿Qué es exactamente invertir en una startup?
Antes de hablar de cantidades de dinero, hay que entender qué es una startup. Básicamente, es una empresa nueva, con un modelo de negocio innovador, que busca crecer rápido y que necesita financiación para poder despegar. Normalmente, estas empresas no cotizan en bolsa (todavía) y su manera de conseguir dinero es a través de rondas de financiación, donde inversores privados apuestan por su idea a cambio de obtener una parte de la compañía.
¿El problema? Que muchas de estas empresas no sobreviven. De hecho, se dice que 9 de cada 10 startups acaban cerrando antes de cumplir los 5 años. Pero las que triunfan, pueden multiplicar por 10, 50 o incluso 100 veces el dinero de quienes confiaron en ellas. Por eso es un tipo de inversión tan arriesgado pero tan tentador.
¿Necesitas mucho dinero para invertir en una startup?
Esta es la gran pregunta. Y la respuesta es: depende de cómo lo hagas. Hasta hace unos años, invertir en startups era casi imposible para la gente normal, porque solo los llamados business angels o fondos de capital riesgo tenían acceso a esas rondas de financiación. Hablamos de inversiones mínimas de 20.000 o 50.000 euros. Pero eso cambió con el crowdfunding de inversión.
Hoy, gracias a plataformas como Crowdcube, Seedrs o Startupxplore, cualquiera puede invertir en una startup con cantidades que van desde los 50 a 200 euros. Sí, has leído bien: con lo que te gastarías en una cena con amigos, podrías convertirte en inversor de una empresa emergente. Claro, eso no significa que con 100 euros vayas a hacerte rico, pero es una manera de empezar a aprender y diversificar.
¿Cuánto deberías invertir realmente?
Si quieres invertir en startups de verdad, y no solo por curiosidad, lo ideal es que tengas un presupuesto destinado únicamente a este tipo de inversión. Recuerda que es un mercado de alto riesgo, así que nunca deberías meter todo tu dinero en una sola empresa. Aquí la diversificación es clave.
Un ejemplo real: si tienes 1.000 euros ahorrados, lo más inteligente sería repartir ese dinero en 5 o 10 startups diferentes, poniendo entre 100 y 200 euros en cada una. Así, si una falla, tienes otras que podrían compensar la pérdida. Los inversores profesionales suelen hablar de construir una cartera de 10 a 20 startups para aumentar las probabilidades de éxito.

¿Es posible empezar con 100 euros?
La respuesta corta: sí. La respuesta larga: depende de tus expectativas. Con 100 euros no vas a vivir de las startups ni vas a ver beneficios en meses, porque la mayoría de estas empresas tardan años en dar resultados. Sin embargo, con esa cantidad puedes probar, aprender cómo funcionan las plataformas y seguir de cerca el progreso de una empresa en la que creas.
Lo más interesante de las plataformas de crowdfunding es que te permiten invertir poco pero en proyectos reales. Y si una de esas empresas crece y consigue venderse a una multinacional o salir a bolsa, tu pequeño capital podría multiplicarse varias veces.
Factores a tener en cuenta antes de invertir
Invertir en startups no es lo mismo que meter dinero en un fondo indexado o en criptomonedas. Aquí el riesgo es mucho más alto y el tiempo para recuperar tu dinero también. Estas son algunas cosas que debes tener muy claras:
- Liquidez cero: El dinero que inviertes no lo puedes sacar cuando quieras. Puede estar “bloqueado” durante 3, 5 o incluso 7 años.
- Riesgo total: Si la startup cierra, puedes perder el 100% de lo que pusiste.
- Rentabilidad alta (si hay suerte): Si inviertes en la “próxima Airbnb” antes de que explote, las ganancias pueden ser brutales.
- Investigación previa: No inviertas en una empresa solo porque tiene una web bonita. Mira su equipo, su producto, su mercado y su potencial.
¿Es buena idea para principiantes?
La respuesta depende de tu perfil como inversor. Si eres alguien que no tolera perder dinero, mejor empieza con productos más seguros como fondos indexados o cuentas remuneradas. Pero si eres joven, tienes algo de ahorro que no necesitas a corto plazo y te gusta el mundo de la tecnología y los negocios, probar con pequeñas cantidades en startups puede ser una experiencia brutal para aprender.
Te dejo aquí un artículo en el que podrás ver que tipo de inversor eres:
Conclusión: ¿Con cuánto dinero empezar?
Si me preguntas a mí, te diría que puedes empezar con tan solo 100 euros para probar cómo va esto, pero si de verdad quieres tener opciones de ganar algo interesante, lo ideal es que tengas al menos 500 o 1.000 euros para repartir en varias startups. Lo importante no es empezar con mucho, sino empezar con cabeza.
Invertir en startups es como plantar semillas: no todas van a crecer, pero si alguna lo hace, puede darte una cosecha increíble. Eso sí, no lo veas como una forma rápida de ganar dinero. Es una carrera a largo plazo, donde la paciencia y la diversificación marcan la diferencia.