
En mayo de 2025, surgió una noticia que ha generado mucha discusión: ante la propuesta de aplicar un impuesto del 3,5 % sobre las remesas enviadas a México desde Estados Unidos, millones de migrantes están recurriendo al uso de criptomonedas, especialmente stablecoins como USDT y USDC, para enviar dinero más barato y rápido. Este cambio no es menor: las remesas representan en 2024 casi el 3,5 % del PIB de México y podrían verse profundamente afectadas. En este artículo te explico por qué esta noticia es clave y qué significa para quienes usan criptomonedas en México en 2025.
Remesas en México y el impacto del nuevo impuesto
Las remesas enviadas por internacionales hacia México se han convertido en una fuente vital de ingresos. En 2024 representaron cerca de 64.700 millones de dólares, lo que equivale aproximadamente al 3,5 % del PIB nacional. Si se impone el nuevo impuesto del 3,5 %, enviar 350 dólares podría pasar de costar unos 6 dólares a más de 23,50 dólares.
Esa diferencia puede parecer pequeña, pero para muchas familias mexicanas significa tener que recortar gastos esenciales. El aumento de los costes podría llevar a que los migrantes envíen dinero con menos frecuencia, lo que dañaría las economías locales más vulnerables.
Criptomonedas como alternativa ante el impuesto a remesas
Frente a este panorama, las criptomonedas, especialmente las stablecoins, ofrecen una alternativa más económica y rápida. Durante 2024, el uso de criptomonedas para enviar remesas aumentó significativamente, con un crecimiento de más del 40 % según estimaciones del sector fintech. Muchas personas están optando por USDT o USDC en lugar de métodos tradicionales para evitar cargos elevados.
Para los migrantes, esto representa empoderamiento financiero: pueden mover dinero directamente, sin intermediarios y con costes mucho más bajos. Además, las transferencias se completan en minutos.
Riesgos y desafíos legales
Aunque usar criptomonedas parece una solución inteligente, también presenta riesgos. Muchas plataformas que ofrecen este tipo de transferencias aún operan en una zona legal gris, ya que no todas están reguladas bajo la Ley Fintech ni supervisadas por el Banco de México (Banxico). Esto implica que no todas están obligadas a reportar transacciones grandes ni a seguir los estándares para prevenir el lavado de dinero.
Además, algunos métodos alternativos, como usar redes informales o enviar dinero en efectivo, pueden ser ilegales y exponen a las personas al riesgo de fraude o incluso la intervención de grupos criminales.
Regulación actual de criptomonedas en México
Desde 2018, México cuenta con la Ley Fintech, que regula a las instituciones de tecnología financiera y el uso de activos virtuales. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco de México y la Secretaría de Hacienda establecen condiciones para que las empresas puedan operar legalmente con criptos, especialmente en operaciones que superen ciertos montos.
Según esta normativa, solo las entidades autorizadas pueden ofrecer servicios con criptomonedas. Sin embargo, muchas startups y usuarios independientes operan fuera de este marco legal, lo que incrementa el riesgo regulatorio.

¿Qué implicaciones tiene para la economía de México?
El impulso a las criptomonedas como alternativa real para remesas puede marcar un cambio profundo. Por un lado, ofrece ahorro real a los usuarios; por otro, abre el debate sobre la inclusión financiera digital. El Banco de México incluso estudia la posibilidad de emitir una moneda digital (CBDC) para facilitar operaciones seguras y rápidas.
Sin embargo, también existe el riesgo de que el uso informal de criptos para evadir impuestos fomente canales no regulados que incluso podrían terminar beneficiando a organizaciones ilícitas. El desafío será regular sin bloquear la innovación.
Casos de uso emergentes y crecimiento del cripto en México
Además del uso en remesas, otras aplicaciones con criptomonedas están creciendo rápidamente. Empresas como Bitso, uno de los exchanges más grandes de Latinoamérica, facilitan pagos, remesas y servicios financieros con criptos en pesos mexicanos.
También hay fintechs que ofrecen recompensas en USDC para clientes en México y Brasil, con rendimientos anuales competitivos y sin bloqueo de fondos. Esto demuestra que las criptomonedas ya no son un experimento: se están integrando en la economía real.
¿Qué deben saber los usuarios sobre criptomonedas y economía?
- Costo: Enviar criptomonedas (especialmente stablecoins) puede ser mucho más barato que los métodos tradicionales.
- Legalidad: Si usas una plataforma regulada, reduces riesgos. Si no, entras en un espacio gris.
- Impuestos: Las ganancias por criptos deben declararse en México y pueden generar obligaciones fiscales.
- Seguridad: Evita plataformas no reguladas para prevenir fraudes.
- Educación: Aprender a manejar wallets y stablecoins es esencial para evitar errores costosos.
Perspectivas para 2025 y más allá
La propuesta del impuesto a las remesas ha acelerado el interés por las criptomonedas, pero también ha levantado alertas legales y regulatorias. Para 2025, México podría avanzar hacia la emisión de un peso digital oficial (CBDC) que facilite envíos seguros y baratos sin evadir impuestos.
Además, la presión internacional para fortalecer la supervisión financiera apunta a que las autoridades mexicanas podrían actualizar la Ley Fintech y las normas antilavado, obligando a más entidades a cumplir con estándares internacionales.

Conclusión
La noticia sobre el impuesto del 3,5 % a las remesas podría ser el punto de inflexión que lleve a millones de mexicanos a usar criptomonedas en 2025 como alternativa diaria y funcional. Esto representa oportunidades reales de inclusión y ahorro, pero también desafíos de regulación, seguridad y fiscalidad.
Si vives en México o tienes familia allí, es clave que conozcas estas dinámicas. Las criptomonedas estables están jugando un papel creciente en la economía real, y el uso responsable y legal será fundamental para que sean una herramienta útil y no un riesgo.